Introducción

Recopilación de descarrilamientos y choques en el mundo citando la fuente y créditos fotográficos. Sitio sin fines de lucro.
Mostrando entradas con la etiqueta Santiago. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Santiago. Mostrar todas las entradas

Accidente de un tren Alvia - III

Ocurrió en Angrois, Santiago de Compostela, España el 24 de julio de 2013











El  maquinista del tren del accidente de Santiago:
"¿Por qué no me moriría yo?"

"Madre mía, cuánta gente muerta, cuánta gente muerta", repetía el conductor tras el accidente. Le sugirieron que ayudara a un hombre que estaba muy alterado. Los servicios de emergencia ya habían empezado a tomar el control en la pronunciada curva de Angrois. Un policía le dijo a Julio Sartiso, uno de los vecinos de esa aldea convertidos en héroes la tarde de la tragedia, que se quedara con aquel hombre. Visiblemente alterado gritaba: "¿Por qué no me moriría yo?". Era el maquinista del tren, Francisco José Garzón Amo, que, en una reacción inaudita de desesperación, se tiraba por el suelo terraplén abajo. "Allí me quedé  con él mientras no dejaba de chillar", confirma Sartiso. Este testigo de la tragedia habla pausado pero con aplomo y sin esconder la tristeza que siente al evocar la noche del miércoles. "El conductor del tren dijo muchas más cosas además de que hubiera descarrilado el tren", recordaba ayer desde su casa, mientras por la ventana se veían las gigantes grúas levantando uno de los vagones volcados. Se antojaba la reflotación de un buque golpeado horas antes contra las rocas de la costa de la tragedia.
Mientras la constatación del horror pendía de un hilo de acero, Sartiso recordó algunas de las cosas que le dijo el conductor. "No hacía más que decir cosas como: Madre mía, cuánta gente muerta, cuánta gente muerta ". El conductor le preguntó varias veces por sus compañeros de manera atropellada y algo inconexa. "No quiero ver esto, no quiero ver esto", repetía una y otra vez mientras era arropado por Sartiso.
Cuando se pregunta a este testigo por si el conductor, imputado por el juzgado que investiga el suceso, dijo alguna cosa que le llevara a pensar que se cometiera un fallo humano o uno mecánico, entonces congela relato. Sartiso se cierra y no quiere hablar. Esgrime que son cosas de la investigación. "No puedo hablar de eso", dice con educación y seriedad y con el ademán del que pide comprensión después de haber desvelado ya dolorosas intimidades. Se niega a confirmarlo, pero todo parece indicar que la policía le ha tomado ya declaración y le ha sugerido que sobre esos aspectos de su contacto con el maquinista es mejor no dar datos. Sartiso no dice nada, pero las mujeres de su casa que lo rodean parecen confirmarlo con la mirada.


La  declaración de Garzón, el maquinista del Alvia siniestrado, será una pieza primordial para aclarar el asunto, quizá por ello se haya pedido discreción a los testigos. El conductor del convoy tiene 52, tal y como confirmó el propio director de Renfe, Julio Gómez-Pomar Rodríguez. Y acumula más de 30 años de experiencia en el mundo del ferrocarril; proviene de una estirpe vinculada al mundo del tren. Su padre ya era ferroviario. Lo que no es de extrañar siendo naturales del pueblecito de Monforte de Lemos (Lugo). Esa localidad fue el principal nudo ferroviario gallego hasta los años 50, cuando se abrió otra línea, como fue la que unía Santiago-Ourense-Zamora. Hasta entonces, el trazado histórico, al calor del cual se organizó un amplio subsector laboral, era el que conectaba Palencia-León-Monforte, que sigue siendo el que utilizan todavía hoy los pasajeros procedentes de Catalunya para llegar a tierras gallegas. Francisco José Garzón creció en ese ambiente. Comenzó a trabajar en la estación de Monforte de Lemos ya de joven. Por lo que cuentan personas cercanas al mundo ferroviario, estaba encargado de echar el gasóleo a las gigantescas máquinas de tren. Su empeño y voluntad le llevaron a prepararse para ser maquinista y finalmente lo consiguió. Tras alcanzar la titulación estuvo destinado en el mismo Monforte, Barcelona, Madrid y A Coruña, donde lleva ya tres años, asignado al cuadrante de largas distancias y más de uno a la línea Madrid-Ferrol, por lo que no era la primera vez que hacía el trayecto. En el terreno personal, parece que está separado y que vive con su madre. En los ambientes ferroviarios gallegos, las personas que lo conocen lo tienen por un hombre formal y buena persona, alejado de estereotipos alocados o temerarios. "Me preguntó muchas veces por sus compañeros. Insistentemente", recuerda Julio Sartiso, el hombre que le estuvo atendiendo tras el trágico accidente y que fue, asegura este vecino de Angrois, testigo del comportamiento de un hombre atormentado.
"Descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer". Estas fueron las palabras del maquinista Francisco José Garzón. en una conversación telefónica registrada tras la tragedia. Es una más de las pruebas que el juzgado de instrucción que lleva el caso tendrá sobre la mesa, del mismo modo que la filmación del accidente hecha por una cámara de seguridad. El conductor no ocultó, según fuentes cercanas a la investigación, que fuera a 190 kilómetros por hora, al contrario. Después el siniestro mortal, el conductor mantuvo comunicaciones por radio en las que aseguró que iba a mucha mayor velocidad de la que indicaba la curva en la que se produjo el accidente. Esa es una rotunda evidencia. Ahora queda despejar por qué, si hubo algo que se le fuera de las manos.


























Fuente: Web site. | La Vanguardia.com. | Melty.es | Vía Libre | Agencia EFE | Créditos fotográficos: Xoán A . Soler / Mónica Ferreirós / Ocar Corral / Lavandeira JR /

F I N

Accidente de un tren Alvia - II

Ocurrió en Angrois, Santiago de Compostela, España el 24 de julio de 2013

Más de cincuenta muertos tras descarrilar un tren Alvia en Santiago
Un tren Alvia (Talgo-Bombardier) que cubría la ruta entre Madrid y Ferrol, se salió de la vía y volcó a pocos kilómetros del casco urbano. Las primeras hipótesis apuntan a un exceso de velocidad como causa del siniestro. Un tren Alvia que cubría la ruta entre Madrid y Ferrol ha descarrilado a tres kilómetros del casco urbano de Santiago y han fallecido 56 personas, entre 10 y 20 están heridas graves y otras 111 resultaron heridas pero están ya fuera de peligro. Son cifras todavía provisionales ya que los servicios de emergencia aún no han podido acceder al interior de todos los vagones del tren, uno de ellos totalmente triturado. A los datos le ha dado un cariz de oficialidad el presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, Miguel Ángel Cadenas, que se desplazó al lugar del siniestro para seguir de cerca el trabajo del juez de guardia y «alguno más de apoyo». Cadenas, a la 1 de la madrugada, confirmó la existencia de 56 fallecidos. La cifra, según dijo, es muy probable que aumente, pues hay tres vagones prácticamente destruidos en los que todavía se trabaja para buscar víctimas.
Últimos datos día 26/7
Víctimas fatales: 80 fallecidos y unos 170 heridos, algunos de gravedad, entre ellos, 4 niños.

El accidente ferroviario se registró sobre las 20.42 horas a su paso por la zona de Angrois. El tren de alta velocidad, en el que viajaban 218 pasajeros, al alcanzar la curva de A Grandeira descarriló y uno de los coches saltó por los aires e incluso superó el talud que separa las vías del tren. El convoy se partió en dos, y la máquina y los cuatro primeros coches descarrilaron, otro intermedio voló sobre un terraplén hasta caer muy cerca de unas viviendas, y el resto volcó. Uno de lo de los coches se elevó más de seis metros hasta impactar con un palco de la música, que destrozó. «El tren empezó a dar vueltas, vueltas de campana, dimos muchas vueltas de campana y quedaron subidos unos coche s encima de otros», relataba uno de los pasajeros. Renfe ha confirmado que el tren llevaba 5 minutos de retraso, lo que podría incidir en la hipótesis del exceso de velocidad. A pesar de las cortinas de humo y los incendios registrados en varios de los coches, los pasajeros del Alvia aseguran que no se registró ninguna explosión. «En ningún momento pensé en un atentado. Cuando el tren tomó la curva, tuve la sensación de que iba demasiado rápido y descarriló», explica Sergio, uno de los pasajeros heridos. En la misma línea, el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, dice no tener «indicios que apunten a un atentado». Los dos conductores del tren salieron ilesos y ayudaron a las víctimas. Uno de los dos maquinistas que llevaban el convoy hablaba por teléfono tras el accidente y no paraba de repetir «descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer». Hasta el lugar del accidente se han desplazado efectivos de la Policía Nacional, Local, Protección Civil, bomberos y servicios sanitarios de Santiago y de buena parte de la comarca. En las labores participan bomberos de Santiago, Boiro, Ordes, Arzúa, Santa Comba y Deza y los servicios de Protección Civil de A Estrada, Teo e Padrón. «Era muy difícil sacar a la gente porque había cientos de heridos por el medio», aseguraba uno de los pasajeros del primer vagón. Decenas de médicos de hospitales cercanos, ya estuviesen o no de guardia, se acercaron a ayudar. «Por mucho que veamos a diario, esta tragedia lo supera todo», afirmó una médico del Hospital Clínico que participó en las tareas de rescate en su día libre. En las labores de emergencia están operando una veintena de ambulancias de soporte básico y tres medicalizadas, y se han desplazado otras dos UVI móviles desde Mos y Sanxenxo, además de unidades adicionales de soporte vital básico. Los vecinos de la zona también están colaborando ofreciendo mantas, palés y sus viviendas para ayudar a los pasajeros heridos. De hecho, algunos están desplazando heridos en sus vehículos particulares hasta los centros sanitarios, para colaborar con el resto de efectivos. La zona, de difícil acceso, está totalmente acordonada mientras los equipos de emergencia trabajan en la excarcelación de los pasajeros que todavía siguen en el interior de los coches accidentados. Las autoridades piden que se evite circular por la zona para no complicar las labores de los servicios de emergencia. De hecho, Protección Civil y los bomberos han tenido que levantar a pulso un coche que no permitía que circulasen las ambulancias. El tren Alvia que sufrió el accidente estaba compuesto por ocho coches y dos cabezas tractoras, contaba con propulsión diésel y eléctrica. Cuatro personas conformaban la tripulación. Fuentes de Renfe señalaron que buscarán las cajas negras del tren, que podría aclarar algunas incógnitas sobre el accidente. 














El  maquinista iba a 190 kilómetros por hora
Madrid. (EFE).- El conductor, en una llamada telefónica, destacó el motivo de la tragedia: "Descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer". El presidente de Renfe ha asegurado que el tren Alvia pasó ayer una revisión y que la línea "está dotada de un sistema de seguridad". El conductor del Alvia que descarriló la pasada noche en en el accidente del tren en Santiago de Compostela reconoció que iba a una velocidad de unos 190 kilómetros por hora en una zona limitada a 80 km/h, han informado a Efe fuentes de la investigación. Tras el siniestro mortal, el conductor mantuvo comunicaciones por radio en el que aseguró que iba a mucha mayor velocidad de la que indicaba la curva en la que se produjo el accidente. Fuentes de la investigación han explicado que, tras el accidente, el conductor del tren admitió también que iba a esta velocidad de unos 190 kilómetros por hora en una conversación que mantuvo con el delegado del Gobierno en Galicia. La Policía y técnicos de infraestructuras viarias investigan desde anoche las causas del accidente, en el que han muerto al menos 78 personas y otras 130 han resultado heridas, según los últimos datos ofrecidos por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia. En una de las conversaciones telefónicas mantenidas tras la tragedia, uno de los maquinistas del tren dijo: "Descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer". Ambos conductores salieron ilesos del siniestro y participaron en las tareas de rescate, así como prestando ayuda en todo aquello que consideraron necesario. La Policía Nacional ha desplazado desde Madrid a Santiago de Compostela a otros tres especialistas para colaborar en la identificación de cadáveres, que se suman a los seis agentes que se trasladaron anoche nada más ocurrir el trágico accidente. Medio millar de agentes de la Policía Nacional participan en el dispositivo establecido tras el accidente de un tren Alvia en el que viajaban 247 pasajeros.
El tren pasó una revisión ayer mismo
El presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, ha asegurado que el tren Alvia pasó una revisión en la mañana de la jornada de ayer miércoles. La línea donde se ha producido el accidente "está dotada de un sistema de seguridad" y ayer mismo, por la mañana, "el tren siniestrado pasó una revisión", según indicó Gómez-Pomar en declaraciones a la Cadena Cope. En cuanto a las causas del siniestro, el presidente de Renfe se ha mostrado prudente y tan sólo ha indicado que la caja negra del convoy "ya está en manos del juez". "El tema está bajo investigación judicial", añadió. Además, ha recalcado que en el Ministerio de Fomento hay una comisión de investigación de accidentes ferroviarios que se encargará de analizar lo ocurrido. "No tardaremos mucho en conocer las causas del siniestro, pero es una decisión del juez, que es quien tiene que valorar todas las pruebas", añadió Gómez-Pomar. "Ahora es el momento de estar al lado de los familiares de las víctimas y trasladarles todo nuestro apoyo, porque ha sido un accidente tremendo y terrible", concluyó el presidente de Renfe. 


El tren descarrilado circulaba con cinco minutos de retraso
Madrid. (EFECOM).- El accidente se produjo a la misma hora en que estaba prevista su llegada a la estación de Santiago de Compostela. El tren Alvia Madrid-Ferrol accidentado este miércoles tenía hora prevista de llegada a la estación de Santiago de Compostela a las 20:41 horas -según recoge la página web oficial de RENFE- justo la hora en la que se produjo el descarrilamiento que ha causado la muerte al menos a 80 personas. El tren "Nº04155 Alvia", con salida a las 15.00 horas de la estación de Madrid-Chamartín tenía prevista su llegada a Ferrol siete horas y treinta y seis minutos después, a las 22.36 horas, tras parar en Segovia, otras cinco poblaciones, llegada a Santiago de Compostela a las 20.41 horas y salida dos minutos después - a las 20.43 horas- para, parando en Coruña y otras cuatro poblaciones, llegar a Ferrol. Un total de trece paradas incluyendo Ferrol. Un portavoz de Renfe en Madrid indicó esta noche a EFE que "todavía es muy pronto para conocer cuáles hayan podido ser las causas del accidente". En este sentido, dicho portavoz señaló que el retraso que llevaba el Alvia, de unos cinco minutos -con lo que habría llegado a la estación de Santiago hacia las 20.46 horas- es una horquilla habitual de retraso o de adelanto sobre el horario programado inicialmente. Así, estas fuentes de Renfe recordaron que en este tipo de trenes Alvia el retraso de 20 minutos sobre el horario fijado incorpora un "compromiso de puntualidad" con devolución del 25 % del importe del billete; si es superior a los 40 minutos, devolución del 50% y si es por encima de 60 minutos, devolución del 100%, según la página web de la empresa, apartado Viajeros. Estas fuentes también han precisado que una horquilla de cinco minutos, de retraso o de adelanto, es bastante habitual en los servicios por lo que no lo han vinculado a cuál haya podido ser la causa del accidente. Además, Renfe ha recordado que la investigación está ya abierta y los técnicos están determinando qué pudo ocurrir para que el tren descarrilara a la entrada de la estación de Santiago de Compostela.













Fuente: Web site. | La Vanguardia.com. | Melty.es | Vía Libre | Agencia EFE | Créditos fotográficos: Xoán A . Soler / Mónica Ferreirós / Oscar Corral / Lavandeira JR /

Accidente de un tren Alvia - I

Ocurrió en Angrois, Santiago de Compostela, España el 24 de julio de 2013

Un tren Alvia ha descarrilado en la entrada a la estación de Santiago de Compostela. Se trata de la línea que une Madrid y Ferrol. Todos los coches del tren permanecen volcados a la altura del viaducto de la AP-9 en Angrois y los servicios de emergencias y los bomberos se han desplazado al lugar del accidente, en la entrada a la capital de Galicia desde el sur. Un tren Alvia ha descarrilado en la entrada a la estación de Santiago de Compostela.  Dos pasajeros del tren accidentado, uno con un collarín y el otro ileso, han relatado que sintieron cómo el tren tomaba la curva y lo siguiente que recordaban es que estaban en el suelo "rodeados de muertos". Testigos presenciales describen escenas dantescas, como la del antepenúltimo vagón destrozado, y temen que la cifra de personas fallecidas pueda elevarse. Los heridos se cuentan por decenas. Al lugar ha llegado una grúa gigante para mover los restos de los vagones, entre los que se encuentran todavía personas atrapadas que están siendo rescatadas por los equipos de emergencias. El suceso se produce en el comienzo del puente del Día de Galicia y en la noche donde Santiago vive su fiesta grande, unos actos que ya han sido suspendidos. El tren, en el que viajaban unas 238 personas, ha descarrilado en la curva más cerrada del trayecto entre Ourense y Santiago, una vía preparada para el AVE pero por la que aún no circulan trenes de este tipo. El Alvia es el ferrocarril más veloz que la atraviesa. La máquina de atrás del tren accidentado ha ardido y otro de los coches voló sobre un talud a cinco metros de altura y 15 de distancia de la vía. El descarrilamiento se ha producido en el kilómetro 84,3 de la vía del AVE Ourense-Santiago. El motor de una de las máquinas, una mole inmensa, salió despedido por el impacto. "¡Cuánta gente muerta hay aquí, dios mío!", ha clamado una vecina de la zona a través de la Radio Galega. Mari, una vecina del barrio que se encontraba tendiendo la ropa cuando se produjo el siniestro, ha afirmado, en declaraciones a la Cadena SER, que oyó una enorme explosión y después "un torpedo enorme de polvo y ruido". "Eché a correr", ha asegurado, conmocionada. Ella y el resto de residentes en esta zona de Santiago se han volcado para ayudar en las labores de atención a las víctimas del mortal choque. Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado están empezando a organizarse para atender a las víctimas e investigar qué provocó el descarrilamiento del tren Alvia que cubría la ruta entre Madrid y Ferrol. Hasta el lugar de los hechos, donde se puede divisar una intensa columna de humo, ha llegado el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que ha asegurado que los fallecidos en el siniestro son "muchos". Allí se encuentran también el delegado del Gobierno, Samuel Juárez, y el subdelegado del Gobierno en A Coruña, Jorge Atán, así como el conceller de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Agustín Hernández, y el alcalde de la capital gallega, Ángel Currás.


Renfe cifra en al menos 218 los viajeros; el alcalde dice 247. La zona del accidente es una curva cerrada a la entrada de la ciudad. Las autoridades dan por rescatadas las personas atrapadas. El tren transportaba al menos 218 pasajeros, aunque el alcalde de la ciudad eleva a 247 las personas que viajaban en el tren. En las primeras horas, los equipos de emergencia se han afanado en rescatar a los supervivientes, muchos de ellos gravemente dañados. Algunos de los 13 coches afectados han quedado completamente destrozados y todos ellos volcados y esparcidos por las vías del tren. Incluso se ha producido algún incendio que pudo ser sofocado. El siniestro se ha producido en una zona de acceso a Santiago, en Angrois, una parroquia de la capital gallega que se encuentra a unos cuatro kilómetros de la estación. Alrededor de las 20.42 de la tarde, por causas que aún se desconocen, uno de los vagones saltó por los aires, saltando el muro y aterrizando en una calzada próxima. Unos seis vagones han quedado de un lado del puente y otros cuatro del otro lado, además de la máquina.
"Una curva difícil"
La zona del accidente es una curva cerrada que pertenece al trayecto del AVE Ourense-Santiago y donde el tren circula a una velocidad alta, aunque se desconoce aún si eso ha podido ser la causa del trágico accidente. Ya en la inauguración de este tramo, técnicos de Fomento calificaron esta curva como "difícil". La situación en la zona es desoladora. Los cadáveres están situados junto a las vías, tapados con mantas y al lado de los vagones, mientras decenas heridos se encuentran entre el personal de emergencia y los vecinos. En la zona hay varias ambulancias, bomberos, agentes de la Policía Local y de la Policía Nacional. Las autoridades han pedido colaboración, mantas y agua a los vecinos. Incluso algunos de ellos han desplazado heridos en sus vehículos particulares hasta los centros sanitarios. Según caía la noche, se han instalado varios generadores eléctricos para poder iluminar la zona del accidente. Asimismo, se ha pedido a los vecinos que tenían sus coches en una explanada cercana que encendieran las luces de los vehículos, pues necesitan mucha iluminación para poder continuar con sus labores. El tren -el Alvia 151- transportaba a al menos 218 pasajeros, según Renfe, en un día muy señalado porque esta noche empezaba la fiesta grande de Santiago. Nada más conocer el gravísimo accidente la Xunta ha suspendido cualquier acto. Se trata del primer accidente en una vía del AVE en España.


 "Una gran explosión"
Un vecino de la zona ha declarado a Radio Galega que el accidente se escuchó como "una gran explosión y vio un coche desplazarse varios metros, que quedó destrozado". Sin embargo, las autoridades descartan cualquier causa que no sea un accidente, en concreto, un descarrilamiento. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, viajará este jueves a primera hora a Santiago para conocer sobre el terreno las consecuencias. De momento, está siguiendo "al minuto" los datos que se van conociendo del accidente en permanente contacto con la ministra de Fomento, Ana Pastor, donde se encuentra con el presidente gallego. Con ambos ha conversado telefónicamente también el Rey para interesarse por lo sucedido. De momento, el diputado del PP Celso Delgado ha explicado que "no hay una razón clara que explique lo sucedido porque la infraestructura estaba renovada recientemente". También se desplaza en estos momentos a la zona un técnico especialista de Renfe para investigar las causas de lo ocurrido.  El exceso de velocidad del tren Alvia Madrid-Ferrol siniestrado esta noche en las inmediaciones de Santiago de Compostela es una de las primeras hipótesis sobre la causa del accidente, en el que han muerto al menos 40 personas, han informado fuentes de la investigación. Las mismas fuentes han aclarado, no obstante, que la Policía y técnicos de infraestructuras ferroviarias trabajan en el lugar del accidente para intentar obtener las primeras pruebas de si esta ha sido la causa del accidente o se ha producido por otros motivos. El Ministerio del Interior ha descartado esta noche la hipótesis de un atentado en el accidente ferroviario ocurrido en las inmediaciones de Santiago de Compostela. Un portavoz de interior ha afirmado a Efe que se trata de un accidente y que no caben por tanto otras hipótesis. Por su parte, el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, ha dicho a los periodistas en el lugar del accidente que no se puede descartar "ninguna hipótesis", y ha añadido: "no tenemos ningún indicio de que haya sido una causa externa". 







Fuente: Web site. | La Vanguardia.com. | Melty.es | Vía Libre | Agencia EFE | Créditos fotográficos: Xoán A . Soler / Mónica Ferreirós / Ocar Corral / Lavandeira JR /